19 may 2011

El Domingo

El domingo me habló en sus silencios,
colgó de mi alma la espera,
el hueco del llanto,
la luz verdadera
rozó mis quebrantos.
Los seres humanos
despojados muchas veces nos sentimos,
pero Dios nos trae sus regalos:
una vecina amable con quien dialogamos,
la niña que pasa y se queda a nuestro lado,
la brisa, el canto de los pájaros,
de Dios el misterio,
el saber que a pesar de todo¡andamos!.

Elsa Tébere

11 may 2011

Historia de amor




Con gran entusiasmo participamos de la Boda Real: El príncipe en traje de gala con sus brillantes medallas, la nueva princesa, el carruaje, la ceremonia, el vestido, la tiara prestada por la Reina, el anillo que perteneció a la princesa Diana, los invitados, los medios, la muchedumbre, ahhhhhhh; el cuento hecho realidad. Miles de comentarios sobre el amor y la prosperidad ….y vivieron felices para siempre.

El amor protagonista y por siempre proveedor de ilusión, motivación y coincidencia. “El anhelo de todos al alcance de pocos”, expresaría el eslogan.

¿Al alcance de pocos?

Quizás ya no te acuerdes. Existe una historia verdadera, tanto o más actual que cualquiera, la de Dios que crea al hombre y a la mujer para que vivan en un paraíso rodeados de vegetación y animales, felicidad, dicha completa, y vida, vida en abundancia. Todas las tardes baja a platicar con ellos, los provee de lo necesario, les da poder sobre el paraíso, los escucha, los protege, los ama inmensa e intensamente; pero, engañados por una serpiente pretenden ser como dioses, caen en desobediencia y como consecuencia de esto pierden el paraíso. Dios los busca pero ellos no se arrepienten, ¡no! Al contrario deciden esconderse de Aquél como si fuera el enemigo y así pierden su amistad, pero no su amor. Dios los perdona y decide ayudarlos a recobrar su linaje y su jerarquía de hijos.

Le pide a su propio Hijo, al único, del que nunca se ha separado y en quien tiene todas sus complacencias que le ayude en la misión de rescate.
-"Ellos solos no pueden, no saben cómo, se perderán cada día más y ¿sabes?, Yo los amo"
¿El precio? Toda su vida, toda su sangre, hasta la última gota. “Tanto amó Dios al mundo…”

Y empieza el rescate, el plan maestro: tendrá que nacer como cualquiera de ellos, ser un hombre. Qué difícil para Dios abnegarse así. Pero no importa, - los amo, nos recuerda.



Nace de una mujer virgen, un verdadero paraíso en la tierra, así como el primer hombre nació en un paraíso, porque nos ama.

Desde que nace va en busca del hombre. Los pastorcitos, los sabios de oriente, los pobres, las mujeres, los pecadores…..y cumple el pacto, entrega todo, muere por todos y cada uno de nosotros, porque nos ama. Nos ama de verdad y lo demuestra con su vida, pero también con su muerte. "Nadie ama más que aquél que da la vida..."

Y la historia de amor continúa, sigue buscándonos, a los pobres, a los sabios, a los pecadores, a ti y a mí, porque nos ama. Depende de nosotros si aceptamos o no, Él está a la puerta y llama. Busca y espera, desea que seamos felices, que podamos vivir como cuando nos creó, felicidad, dicha completa y vida, vida en abundancia, porque nos ama.










5 may 2011

El “no hay, no hay...”

El pasado mes de abril con motivo del cumpleaños número 84 del Papa Benedicto XVI, junto con otra persona nos dimos a la tarea de buscar en los alrededores del Zócalo de la Ciudad de México, alguna estampa de la imagen de Su Santidad que tuviera una oración al reverso, con el fin de repartirlas entre nuestra comunidad de apostolado y así poder festejar el aniversario del Papa.

Por supuesto que el primer sitio a donde nos dirigimos fue a la tienda de artículos religiosos de la Catedral, pero ¡oh sorpresa! La primer respuesta fue “no hay”, creo que al ver nuestra cara de asombro la persona en turno se sintió comprometida a darnos alguna explicación: “la verdad es que no la piden, pero mire le puedo ofrecer éstas otras de Juan Pablo II”. Acto seguido nos encaminamos a las tiendas de artículos religiosos y al pasaje ubicado a espaldas de la Catedral, pero nuestro asombro crecía al obtener la misma respuesta del “no hay”, hubo incluso quien, hasta ese momento se percató que no tenían imagen alguna del Papa en su “súper tienda especializada” y de manera más esperanzadora pero menos sincera nos aseguraron: “ya mero nos llega ¿eh?”, pues su sonrisa irónica los delataba al final. El colmo fue llegar a una tienda especializada en venta de imágenes, en donde por cierto tenían hasta de Mafalda y eso que el tema general de la tienda era el religioso. Entonces nos mandaron a la sección de una pared en donde nos aseguraron encontraríamos algo. Efectivamente, encontramos como 5 repisas llenas de no menos de 15 imágenes diferentes de S. S. Juan Pablo II pero Benedicto XVI permaneció brillando por su ausencia.

Pues bien, en estos días en que nuestro querido Papa Juan Pablo II acaba de ser beatificado pudimos corroborar el gran amor que el mundo católico y no católico le tiene. Bastaba ver las calles del Vaticano repletas de feligreses el día de su beatificación. Los que no tuvimos la suerte de estar ahí presentes, lo estuvimos en espíritu siguiendo la transmisión y los detalles por TV e internet, y todos juntos vibramos de emoción y alegría desbordante al ser destapada en vivo, la imagen oficial cuando fue proclamado beato. Todos los que tuvimos la bendición de verle pasar en el papamóvil en alguna de sus visitas a nuestro país recordamos con júbilo el haber sido vistos y bendecidos por él, pensando en que aquel que nos miró y nos bendijo es ahora un beato de principios de este siglo.


Definitivamente le amamos, no hay duda. Los católicos mexicanos amamos a Juan Pablo II porque él lo hizo primero al venir a nuestro país, por su enorme carisma, por su entrega, por su actuación valiente y trascendental en el mundo, porque su presencia te hacía sentir a Cristo y por todas las virtudes teologales, cardinales y humanas que viviendo de manera heroica transpiraba con su presencia y que le valieron para ser elevado a los altares como beato. Sin embargo, no todos los católicos estamos cumpliendo con su primera encomienda como pueblo al venir por primera vez a nuestro país: “¡México, siempre fiel!”. Si tanto amor le tenemos al Beato Juan Pablo II ¿le podríamos decir hoy a 32 años de su primera visita a nuestro país, que México es siempre fiel a Dios? Y no sólo a él, sino delante de Cristo presente en la Eucaristía ¿podría cada uno de nosotros decir que como católico he actuado y vivido para que esa fidelidad sea patente y se propague? ¿No será que por vivir de las mieles de antaño en que el Papa nos visitaba y que durante sus visitas hasta la delincuencia bajaba, nos estamos viviendo como un país medio huérfano, cuando no lo somos?¿Cómo podemos decirnos fieles si muchos hoy todavía comparamos al Vicario de Cristo actual con el anterior? ¿Cómo podemos decirnos fieles si hasta hay quien se atreve a decir “es que nunca segundas partes fueron mejores”?


Y es que aunque el dicho citado verse así, Su Santidad Benedicto XVI no es una segunda parte, de ninguna manera, él es quien el Espíritu Santo (sí, leyó usted bien: el Espíritu Santo, pésele a quien le pese creerlo y aunque pidan rebelde y subversivamente la votación de los laicos para la elección del Papa) ha querido y designado por medio de la elección en un ambiente de oración por parte de la reunión de cardenales convocados (sucesores de los Apóstoles), para ser el Representante de Cristo en la tierra y Sucesor de San Pedro porque los tiempos actuales así lo requieren, así, de esta manera, está ni más ni menos quien tiene que estar: el amigo fiel e incansable como le llamaba cariñosamente el Beato Juan Pablo II a nuestro actual Papa Benedicto XVI.


Siendo una de las mentes más brillantes del s. XX y principios del XXI en materia de Teología y Doctrina de la Fe, constituyó un enorme apoyo intelectual para S. S. Juan Pablo II en la revisión y escritura de numerosos documentos de la Iglesia, entre los que destaca el actual Catecismo de la Iglesia Católica. Sin embargo como todo lo que auténticamente proviene de Dios es grande y se manifiesta en la sencillez, este hombre que posee un gran corazón lleno de humildad, lo abrió al mundo desde el primer momento de haber sido electo como nuestro actual Sumo Pontífice, al pronunciar las siguientes palabras: Queridos hermanos y hermanas, después del gran Papa Juan Pablo II, los cardenales me han elegido a mí, un simple y humilde trabajador de la viña del Señor. Me consuela el hecho de saber que el Señor sabe cómo hay que trabajar y actuar, incluso con instrumentos inadecuados. Y sobre todo confío mi persona a vuestras oraciones. Con la alegría de la resurrección del Señor y con confianza en su permanente ayuda, iremos adelante. El Señor nos ayudará y María, su madre santísima, estará a nuestro lado. Gracias.



¿Razones para amarle? Nos faltarían dedos en las dos manos para contarlas y aún nos sobrarían muchas para darnos cuenta de que él, en sí mismo, es una bendición en los tiempos actuales, pues no fue una casualidad sino una causalidad el hecho de que el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe hubiese sido designado cabeza visible de toda la Iglesia en estos tiempos en que la fe católica está siendo atacada, tergiversada y diluida desde muchísimos ámbitos incluido tristemente el interior mismo de la Iglesia, de la cual todos los bautizados formamos parte.


Si queremos realmente hacer patente el “México siempre fiel” del ahora Beato Juan Pablo II, comencemos por agradecer a Dios el regalo de este gran hombre como Vicario de Cristo y por conocerle más, pues nadie ama lo que no conoce y para todo el que quiera hacerlo desde este momento, les sugiero los siguientes sitios:
http://www.ssbenedictoxvi.org/

http://bxvi.wordpress.com/

Gracias Santo Padre, por toda una vida de entrega, por regalarnos momentos de alegría tan grande como la pasada beatificación de nuestro querido Juan Pablo II, gracias por ser un faro de fe claro y seguro en medio de tanta obscuridad, confusión e incertidumbre.



Bartimeo: “Señor, que vea”. (Mc 10, 51)