Última semana de cuaresma, tiempo de conversión y transformación. Oportunidad única para el encuentro con quién nos ama de verdad, no la desperdiciemos. Abramos nuestras puertas para que entre la luz, para la experiencia del amor que tanto necesitamos. Preparémonos para vivir esta Semana Santa.
Y ya que a Dios se le conoce en la oración, les trascribo una meditación del Papa que de manera elocuente nos invita a reanudar nuestra conversación con Dios.
Meditación del Papa
Alguno de vosotros podría tal vez identificarse con la descripción que Edith Stein hizo de su propia adolescencia, ella, que vivió después en el Carmelo de Colonia: "Había perdido consciente y deliberadamente la costumbre de rezar". Durante estos días podréis recobrar la experiencia vibrante de la oración como diálogo con Dios, del que sabemos que nos ama y al que, a la vez, queremos amar. Quisiera decir a todos insistentemente: Abrid vuestro corazón a Dios. Dejaos sorprender por Cristo. Dadle el "derecho a hablaros" durante estos días. Abrid las puertas de vuestra libertad a su amor misericordioso. Presentad vuestras alegrías y vuestras penas a Cristo, dejando que él ilumine con su luz vuestra mente y toque con su gracia vuestro corazón. En estos días bendecidos con la alegría y el deseo de compartir, haced la experiencia liberadora de la Iglesia como lugar de la misericordia y de la ternura de Dios para con los hombres. En la Iglesia y mediante la Iglesia llegaréis a Cristo, que os espera.(Benedicto XVI, Jueves 18 de agosto de 2005)
Ojala que el fruto de esta Cuaresma sea abrirnos verdaderamente a nuestro Señor con generosidad, con libertad, para que podamos comprender realmente lo que Jesucristo nos quiere transmitir.
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